Ministra de Ciencia y Tecnología: La pandemia es una oportunidad real para cambiar lo que está mal - MPPRE

Ministra de Ciencia y Tecnología: La pandemia es una oportunidad real para cambiar lo que está mal

Sin lugar a dudas, la pandemia causada por la COVID-19 marcó un antes y un después. Además, mostró sin reservas las huellas profundas que ha dejado el modelo civilizatorio mundial en el planeta.

De acuerdo con la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, la humanidad no ha sido capaz de construir bienestar común porque, desde la aparición del SARS-CoV-2, se ha concentrado en reorganizar el poder para generar más capital.

“No podemos sentirnos orgullosos como humanidad con lo que estamos viviendo: la desigualdad, las brechas, las injusticias, y que no seamos capaces de construir puentes de colaboración, cooperación y de reencuentro como seres humanos. No somos capaces de razonar y comprender un acto tan consciente como la necesidad de cuidarnos. La aparición del nuevo coronavirus en el mundo nos evidencia la alteración de las relaciones humanas con el sistema, con el entorno, con el planeta Tierra”, expresó.

Durante su participación en la mesa de análisis denominada “Pandemia, colapso y crisis civilizatoria”, organizada por el Instituto Samuel Robinson, la ministra Jiménez-Ramírez explicó que el modelo eurocéntrico está costando vidas porque no hay acceso a las vacunas anti-SARS-CoV-2.

“Los tratamientos para salvar vidas de pacientes están concentrados, en su mayoría, en un puñado de países. Los países ricos han utilizado los sistemas que se han construido desde hace mucho tiempo para desarrollar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento para dominar aún más a los pequeños países, pero que son naciones grandes en historia, recursos naturales y cultura”, manifestó.

La lucha por la independencia es diaria

Con respecto a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de EE. UU. en contra de Venezuela, la titular de la cartera científica aseguró que es un acto criminal y la mayor contradicción del siglo XXI que, alrededor de 30 países, estén bloqueados y se les limite el acceso a medicamentos así como a tratamientos, herramientas de diagnóstico y vacunas.

“Todo esto genera más desigualdad y va en contradicción con lo que cualquiera pudiera reflexionar sobre cuidar a la humanidad ¿Qué humanidad estamos cuidando? Los países ricos están cuidando el capital, el modelo capitalista, y nos toca luchar como en la Batalla de Carabobo. Es nuestra lucha bicentenaria, la independencia es diaria para Venezuela, todos los días es la Batalla de Carabobo”, resaltó.

Insistió en que la pandemia muestra el desequilibrio de las relaciones del hombre y la mujer con el ecosistema, el entorno, además, subrayó que esta crisis sanitaria revela el deseo de enriquecerse de unos pocos; incluso, las grandes empresas farmacéuticas han duplicado sus ingresos en el último año y medio.

Aprender a promover el cuidado de la salud

Para la ministra Gabriela Jiménez-Ramírez, otro de los problemas expuestos por la pandemia de COVID-19 es que la humanidad no comprende ni practica la promoción de la salud.

“El SARS-CoV-2 ha servido para duplicar ingresos de las corporaciones y esto ha generado una ruptura económica en otros países por la sobrecarga en los sistemas de salud; pero nos ha dejado un aprendizaje: nosotros como humanidad no hacemos promoción de la salud, que es el ejercicio de la conciencia humana, individual y colectiva, de cómo yo puedo alimentarme de forma balanceada y nutricional sin tener que destruir el entorno ni destruir mi propia salud”, señaló.

Indicó que se ha detectado mayor afectación de COVID-19 en los pacientes obesos, con diabetes, trastornos de metabolismo e hipertensión y todo está asociado a un ritmo de vida y alimentación que va en contra de la misma existencia.

“La reflexión no es solo del modelo capitalista, sino del modelo nutricional, el modelo educativo al que hemos sido sometidos todos y que ha dominado. Nos han hecho olvidar los rubros autóctonos sanos con los que crecimos y con los que podemos alimentarnos ahora. El estilo de vida que llevamos y los entornos cerrados nos hacen más propensos a enfermedades como el nuevo coronavirus”, declaró.

El siguiente paso

Según la ministra Gabriela Jiménez-Ramírez, le corresponde a la población mundial aprender a crear un nuevo modelo civilizatorio, un nuevo modelo de convivencia colectivo para la promoción de la salud y la construcción de bienestar común.

“Creo que la ciencia es una herramienta fundamental para el reencuentro, para el recrear los saberes y los conocimientos. El individualismo tiene que ser vencido. Todavía estamos discutiendo, hoy, después de año y medio de pandemia, que liberen las patentes de las vacunas ¿Cuál es el fin del conocimiento? Lo que hemos creado es para la explotación, para la dominación y, yo diría, para el terrorismo. Es una mercantilización del saber”, añadió.

En este sentido, enfatizó que es necesario y urgente promover un cambio en las formas y los modelos de producción que hoy dominan los alimentos, así como las medicinas, tratamientos y las vacunas.

“Nos cuesta porque fuimos formados en un modelo individualista de competencia, de depredación y explotación. Entonces, tenemos que irnos a los orígenes de nuestros pueblos ancestrales. Es un acto de amor, un proceso de descolonización del conocimiento. Hay que romper paradigmas que forman parte de una cultura, de un modo de vida. Un modelo cultural de vida que inclusive gobierna y dictamina cómo funcionan las ciudades”, afirmó.

Comentó que, en Venezuela, la Ley de Ciudades Comunales es un referente de resistencia al modelo actual porque las zonas urbanas no pueden estar en contradicción con el proceso de alimentación ni pueden seguir contribuyendo a la desertificación y erosión de los territorios.

“Las ciudades deben ser espacios de intercambio y acceso. Es un elemento fundamental para la diversidad de pensamiento. Debemos repensar la ciudad como espacio colectivo. El referente que debemos construir es un nuevo sistema civilizatorio y, en Venezuela, tenemos una responsabilidad histórica y tenemos objetivos históricos que no hemos alcanzado y, para mí, es fundamental el hecho agroalimentario desde la soberanía”, puntualizó.

Finalmente, la ministra dijo que este proceso de repensar dirigido a toda la humanidad tiene que estar conectado con el sentir.

“No solo es mente. Se trata de sentir, reflexionar y hacer. Esto no es para pospandemia, es hoy. La pandemia seguirá. Este es un proceso de olas, de brotes y rebrotes, tenemos que aprender a convivir en colectivo con el virus, con medidas de prevención, cuidado y amor al prójimo. Los cambios llevan tiempo y requieren madurez. Tenemos oportunidades reales para transformar lo que está mal”, aseveró.

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