Tomado de la Tribuna de Ginebra: El rebelde Alfred de Zayas lanza su última carta - MPPRE

Tomado de la Tribuna de Ginebra: El rebelde Alfred de Zayas lanza su última carta

«¿Usted sabe que un periódico español me llamaron canalla?», pregunta Alfred-Maurice de Zayas, el experto independiente para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, completa su mandado con un fondo de controversia.

Este historiador y abogado estadounidense y suizo, pronto celebrará sus 71 años. Después de haber trabajado en un gran bufete en Nueva York (Cyrus Vance), Alfred de Zayas siguió una carrera como académico y funcionario de la ONU en Ginebra. Un plan de estudios que no es realmente el de un revolucionario.

Sin embargo, ha sido etiquetado con títulos de “chavista”, “Castrista”, “criptocomunista”, “fascista”… Alfred de Zayas, jamás falto de confianza por su brillante trayectoria, prefiere los premios y recompensas otorgados por ONG o fundaciones que defienden los derechos humanos. Al hombre también le gusta citar las obras y poemas de los que es autor.

Los relatores especiales son cada vez más atacados u obstaculizados en su trabajo, especialmente cuando tienen que mirar a países que no les gusta rendir cuentas sobre su práctica de poder. En el caso de Alfred de Zayas, los roles se invierten. Si ha sido blanco de ataques violentos, es porque su mandato ha encontrado el favor del gobierno venezolano. Durante muchos años, Caracas ha rechazado las visas de entrada a los relatores de las Naciones Unidas, especialmente a los encargados de la libertad de expresión.

“Incluso antes de ir allí, me dijeron mucho insultos. Algunos hablaron sobre investigación falsa. Otros han tratado de presionarme para decirme lo que debo escribir”, dice Alfred de Zayas, la voz llena de amargura de no haber recibido, en ese momento, el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Un silencio revelador de cierta vergüenza. En septiembre de 2017, dos meses antes de la visita de Alfred de Zayas a Venezuela, el jordano Zeid Al-Hussein emitió un informe mordaz en el que sugirió que Venezuela probablemente había cometido crímenes contra la humanidad durante los disturbios que agitaron el país.

Independencia, la regla de oro

Para el académico, esta falta de apoyo atestigua la politización del caso. “Hoy, los derechos humanos se han convertido en una industria. El sistema es menos independiente que antes. Los países donantes como los Estados Unidos están presionando para establecer la agenda. Ellos dictan las prioridades: derechos civiles y políticos, negocios, acceso a la propiedad…”, explica, criticando temas de moda como los derechos LGBT. Las grandes multinacionales han desplegado a sus lobistas en los corredores de la ONU y sus agencias para impulsar una política neoliberal. Alfred de Zayas insiste en que es independiente y que este principio de independencia es la regla de oro cuando uno tiene un mandato de relator.

Para deshacerse de la ola de críticas que precedió y siguió a su viaje a Venezuela, dice que intercedió a favor de la liberación de los prisioneros y ganó el caso. “En el terreno, pude establecer un clima de confianza que abrirá el camino a la llegada de otros relatores”, dice.

Estas no son las conclusiones del informe que debe presentar el próximo junio que convencerá a sus detractores. El interesado ha avivado el contenido afirmando que las consecuencias de las sanciones de Estados Unidos sobre la economía de Venezuela se parecen a “un crimen contra la humanidad” que podrían justificar la activación de la Corte Penal Internacional (CPI).

“Estas medidas han provocado una escasez de alimentos y medicinas que causó la muerte de niños y adultos”, dijo el relator, quien planteó el caso de los diabéticos y las personas con VIH. “Es hora de reconocer la existencia de una categoría de crímenes geopolíticos cuyo único propósito es destrozar un Estado soberano, para cambiar el actual gobierno”, denuncia.

Si bien él es independiente, Alfred de Zayas no niega tener una lectura política del mundo. Los países occidentales han optado por ignorarlo mientras que los países del Sur y los antiglobalización se regocijan en cada uno de sus discursos. Próximo de Jean Ziegler, admirador del estadounidense Noam Chomsky, académico dice que mantuvo su tarjeta del Partido Republicano y votó por Bernie Sanders en lugar de Trump o Clinton en 2016 (TDG). La Tribuna de Ginebra